Agobiados por la restricción del servicio de agua potable desde hace más de dos meses, habitantes de Nueva Casarapa en Guarenas tienen que almacenar el vital líquido en pipotes. Residentes han contando que el servicio es suspendido de manera arbitraria. “En la mañana la quitan, la reponen en la tarde y ahora en los últimos días también la cortan en la noche”, comentó una de las vecinas que pidió reservar su nombre. Agregan residentes que no hay explicación formal por parte de la empresa privada que maneja el acueducto sobre este proceso de racionamiento del servicio. “Un grupo de vecinos fuimos a hablar con representantes de Hidrocasarapa y nos dijeron que hasta noviembre será la restricción porque tienen fallas en sus equipos”, comentó por su parte Tais León, habitante de la zona e integrante de una organización vecinal (Asdepabis) que busca la defensa de propietarios en materia de servicios. Añade León, que la situación de agua potable en la urbanización tiene varias aristas, pues además del colapso de la planta de agua potable que fue creada para seis mil viviendas -y que ahora no tiene capacidad para el aumento de soluciones habitacionales que se han construido en el urbanismo- se suma la mala calidad del líquido. “Estamos esperando resultados de los laboratorios de las muestras que se han tomado para verificar las denuncias que han hecho los vecinos”, indicó. Recordó además, que Nueva Casarapa posee alrededor de 11 pozos de agua subterránea, los cuales cada uno debería funcionar con dos bombas de agua, "lo cual no se está cumpliendo, pues funcionan con una sola". Acotó que esperan reuniones con organismos de agua potable gubernamentales, a fin de resolver el problema de escasez que padecen.
